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  • Swanson Svensson posted an update 2 years, 11 months ago

    Las lámparas LED consumen en torno a un 50 por ciento menos de electricidad que las lámparas incandescentes, fluorescentes y halógenas usuales, lo que se traduce en un importante ahorro de energía, sobre todo en ambientes en los que la luz permanece encendida a lo largo de largos periodos. Además, los LEDs dirigen la luz en una dirección específica, en contraste a las bombillas usuales que emiten luz -y calor- en todas y cada una de las direcciones (como los LEDs se montan sobre una superficie plana, emiten luz en forma de semiesfera y no de esfera). Esta función de iluminación direccional reduce el desperdicio de luz y energía.

    Larga vida de los led

    A diferencia de las bombillas incandescentes, los LED no se “queman” ni fallan, simplemente cambian de intensidad con el tiempo. Los LED de calidad tienen una esperanza de vida de 30.000-50.000 horas o más, en dependencia de la calidad de la lámpara o la luminaria. Una bombilla habitual solo dura unas mil horas; una lámpara CFL equivalente dura entre 8.000 y 10.000 horas. Merced a su mayor vida útil, los LED reducen los costes de mano de obra asociados a la sustitución de las lámparas en los espacios comerciales, lo que se traduce en un menor mantenimiento del sistema de iluminación.

    Funcionamiento a baja temperatura

    En contraste a las lámparas fluorescentes, los LEDs adoran el tiempo frío. A bajas temperaturas, se requiere un mayor voltaje para encender las lámparas fluorescentes y el flujo luminoso (la potencia o intensidad percibida de la luz) reduce. Por otra parte, la potencia de los LEDs aumenta conforme reduce la temperatura de funcionamiento. Esto hace que los LED sean una opción natural para vitrinas refrigeradas, congeladores y cámaras frigoríficas, así para aplicaciones exteriores como parking, bordillos de edificios y señalización. En las pruebas del DOE de iluminación LED para vitrinas refrigeradas, se midió una mejora del 5 por ciento en la eficacia a -5°C (la eficacia de una luminaria en lúmenes por vatio, como los quilómetros por galón) en comparación con el funcionamiento a 25°C.

    Sin filamentos ni carcasas de cristal, los LED son irrompibles y prácticamente inmunes a las vibraciones y otros golpes. iluminacion led suelen estar rodeadas de una carcasa de cristal o cuarzo, que es susceptible de sufrir daños. En cambio, los LED no suelen ser de cristal, sino que están montados en una placa de circuito impreso y conectados por cables de soldadura, que pueden estar expuestos a golpes directos, mas no más que los teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos pequeños afines.

    Encendido inmediato

    La mayor parte de las lámparas fluorescentes y de HID no proporcionan la máxima iluminación nada más encenderlas, y muchas tardan tres minutos o más en alcanzarla. Los LED, en cambio, se encienden casi de manera inmediata y sin demora cuando alcanzan el 100 por ciento de luminosidad. Esto puede ser una ventaja tras un corte de luz o cuando los empleados abren un edificio a primera hora de la mañana cuando todavía está obscuro en el exterior.

    Opciones de control

    Las fuentes de luz convencionales acostumbran a tener una vida más corta porque se encienden y se apagan, mientras que los LED no se ven perjudicados por los ciclos veloces. Merced a esta característica, los LEDs no sólo son adecuados para pantallas intermitentes, sino asimismo para su uso con sensores de presencia o de luz diurna.

    Mientras que hacer que los tubos fluorescentes comerciales sean regulables puede valer más de un dólar, los LED, como componentes semiconductores, son inherentemente controlables. Algunos LED pueden regularse hasta el diez por ciento de su iluminación, al paso que la mayor parte de los tubos fluorescentes sólo alcanzan el treinta por cien de su luminosidad máxima. Además, los LEDs permiten una regulación continua en vez de por pasos (donde los pasos del cien al 10 por ciento de salida de luz son suaves y continuos, no graduales).